20.1.07

Reflexiones (frases sueltas o los frutos del insomnio)

  • Me plantaré frente a Dios y le propondré una paradoja: "'¡Sálvame de tu voluntad, Señor!"

  • Lo opuesto del amor no es tanto el odio sino la indiferencia.

  • ...y eso que la clepsidra sigue marcando el tiempo después de tu última hora.

  • Hay que ver lo irreal que es la realidad.

  • ¿Cual será el punto de contacto entre la depresión más ligera y el aburrimiento más profundo?

  • Algunas realidades se crean enteramente a partir de lo literario; como prueba está la Biblia.

  • Lo único constante en la naturaleza son la belleza y la crueldad; pero el ser humano tiende a carecer de la primera.

  • La guerra es inherente a la historia de la humanidad, pero eso es porque el ser humano se resiste a madurar.

  • Dedicaré un tiempo a documentar el llanto de una hormiga obrera.

  • Dedicar toda una vida al estudio, nada más que al estudio y exclusivamente al estudio es a fin de cuentas una forma elegante de perder el tiempo.

  • Caso raro: una sonrisa tranquila en medio de una multitud apresurada.

  • ¿Casas embrujadas? Si son los hombres los que están embrujados; a las casas no podría importarles menos.

  • De poder, les hubiese dicho a los escritores Realistas y Naturalistas: ¿y si en vez de escribir literatura orgánica procediésemos a crear literatura orgásmica?

  • "Todo" es un concepto demasiado restrictivo, por muy paradójico que esto suene.

  • Lo mas patético de ser patético es ni siquiera percatarte de que eres patético (lo cual es patético).

  • El odio al "otro", a todo lo que es distinto, no es mas que otra forma de enmascarar nuestro miedo a aceptar lo que en realidad somos.

  • ¿Mi mujer ideal? Exaltante, exaltadora y exaltada.

  • En primer lugar nada comienza nunca y a final de cuentas nada termina jamás.

  • No hay seres que jamás deban de ser despertados, sino seres que sólo despiertan cuando es el momento de un gran cambio.

  • ¿Y si mi alma decidiese intercambiar de cuerpo con otra?

  • ¿Es la muerte el hermano gemelo del sueño o es el amor?

  • Lo triste de la filosofía empírica es que se olvida de presuponer lo inasible, lo impensable, lo maravilloso.

  • En cuanto que ecléctico, no deseo sino atisbar el universo.

18.1.07

Rarezas literarias (o mis libros de cabecera)

En otra ocasión deberé hacer un examen más a fondo de cada título, pero por ahora he aquí una lista de libros poco comunes (y algunos no muy fáciles de encontrar, me temo) cuya lectura recomiendo:

AUTORES MEXICANOS:
  • Los sueños de la bella durmiente. Emiliano González
  • Bestiario doméstico. Brianda Domecq
  • Las posibilidades del odio. Maria Luisa Puga
  • Obsesiones, mecánica de sueños. José Javier Reyes
  • Acapulco en el sueño. Francisco Tario
  • El ángel de Nicolás. Verónica Murguía
  • Los días enmascarados. Carlos Fuentes
  • El libro vacío. Josefina Vicens
  • Confabulario. Juan José Arreola
AUTORES DE CUALQUIER OTRO PAÍS:
  • De qué hablamos cuando hablamos de amor. Raymond Carver (Estados Unidos)
  • El corazón es un cazador solitario. Carson McCullers (Estados Unidos)
  • El libro de los gorriones. Gustavo Adolfo Bécquer (España)
  • Novelas de Petersburgo. Nicolai Gogol (Ucrania)
  • El libro de arena. Jorge Luis Borges (Argentina)
  • Las formas del fuego. José Antonio Ramos Sucre (Venezuela)
  • Quizás; un relato. Lilian Hellman (Estados Unidos)
  • El pez anaranjado. Carol Shields (Canadá)
  • Historias de Cronopios y de Famas. Julio Cortázar (Argentina)

COMICS (O qué, ¿pensaban que no son literatura?)

  • Sandman. Neil Gaiman
  • WE3. Grant Morrison
  • Battle Royale. Koushun Takahami
  • Fábulas Pánicas. Alejandro Jodorowski
  • The little red tree. Shaun Huston
  • Buba Comix. José Quintero
  • V for vendetta. Alan Moore

Si nunca han escuchado de estos libros (o sólo de algunos), les invito a buscarlos y disfrutarlos. Ya después analizaré algunos de ellos mas a fondo, si es que puedo vencer mi condición existencial de flojo.

Unos cuantos textos de mi autoría

LIMPIEZA
La nueva señora de la casa decidió hacer el aseo con suma diligencia. Sería la última vez que limpiara. Cuando hubo terminado, se quitó el viejo uniforme de sirvienta, se puso su nuevo vestido de seda y admiró su trabajo, satisfecha. Toda la casa relucía un inmaculado blanco, de techo a piso. Ya no quedaba una sola gota de la sangre de la antigua señora.
PASEO POR LAS JAULAS
En punto más profundo de este reino que todos hemos visitado, vislumbro por fín la puerta del gran bestiario. Como todo palacio del reino, su apariencia muda constantemente. Es a veces un zoológico de jaulas dispares, otras un acuario de dimensiones monstruosas y en contadas ocasiones una galería de ventanas a paisajes imposibles. Aunque ya he visitado antes el bestiario, el ser que cuida la entrada no me juzga aún digno de firgurar en el libro de huéspedes distinguidos donde se encuentran nombres como Julio, Emiliano o Jorge Luis. El número de bestias exhibidas se antoja infinito, aunque el guardia me asegura que es una cifra conocida por Dios (lo cual viene a ser lo mismo). He perdido ya la cuenta del número de pasillos por los que he deambulado una y otra vez, y aunque la forma exacta de sus ocupantes tiende a disolverse en mis recuerdos, ciertas impresiones no me abandonan jamás. Ahora mismo observo a una mujer con falda de seda transparente y cabeza de tigre que intenta seducirme exhibiendo descaradamente sus voluptuosos senos mientras se relame las fauces; un tiburón de rostro demasiado familiar cuyos ojos, horriblemente inteligentes, parecen llenar el todo; aquella lagartija de cabeza piramidal y piel dorada que rehuye pudorosamente mi escrutinio de su cola cuadrangular enterrándose con poco éxito en la arena grisácea; aquel molusco de fuego que traza piruetas en el aire y reacomoda constantemente sus extremidades sin que parezca quedar nunca satisfecho. Y aquí, por fin, el mayor horror de todos: una colección de pájaros y peces comunes y corrientes que cuelgan juntos de una misma rama de coral con hojas de sauce.
YO
Te seguiré hasta los confines del mundo. Te daré algo que temer. Te perseguiré, te acosaré, destruiré todo aquello que crees que te importa. Haré que te malinterpreten, que te teman, que te odien, te traicionen, te olviden, te abandonen. Por mí lo perderás todo y luego sufrirás, implorarás clemencia y finalmente desesperarás. Mas no cesaré hasta que consigas hallar a tu verdadero yo. Hasta que puedas admitir lo que en verdad eres y consigas sacarme de tu interior.
(SIN TÍTULO)
Escuchó al pasar:
- Tengo hambre
- Pues come.
- No tengo hambre de comida, sino de venganza.
- Pues véngate.
- Es que mi venganza no es contra una persona, sino contra el tiempo.
Y el tiempo terminó de pasar.