5.11.10

Justicia hipotética

En una reseña del libro "La idea de la justicia", de Amartya Sen, encuentro un caso hipotético para ilustrar "qué tan factible es identificar un acuerdo trascendental único" (con respecto a la justicia universal, qué tan posible es encontrar una versión unívoca de lo que es la justicia). Reproduzco el caso y los comentarios del reseñista original, Gerardo Esquivel:

"Supongamos que tres niños disputan sobre la posesión de una flauta; uno de los niños pasó horas construyéndola, otro es el único que sabe tocarla y el tercero no tiene ninguna otra posesión. Los argumentos de cada uno para poseer la flauta se basan precisamente en estos elementos: uno cree que es justo que se la quede dado que le dedicó tiempo y esfuerzo a construirla, otro arguye que la disfrutará más que los otros ya que es el único que sabe tocarla, y el tercero reclama la flauta para sí por motivos de equidad. ¿Quién debe quedarse con la flauta desde una perspectiva de justicia? Según Sen, utilitaristas, libertarios e igualitaristas creerían que hay una solución inequívoca obvia, aunque muy probablemente diferirían en su respuesta. Esta imposibilidad para ponerse de acuerdo en un acuerdo trascendental es uno de los factores por los que Sen considera que debe haber un cambio de rumbo en la formulación de la teoría de la justicia."

Tal la cita. Aunque Esquivel no lo aclara, supongo que las conclusiones de un utilitario, un libertario y un igualitarista serían, respectivamente: el segundo la merece porque sabe usarla; el primero la merece porque fue quien la construyó; y el tercero la merece por que así es equitativo.

Yo pienso que la situación tal y como está planteada yo la hubiese resuelto así: el primero y el segundo comparten la flauta con el acuerdo de que el primero le enseñará al segundo a fabricar otra y el segundo le enseñará al primero a tocarla. Que uno pueda aprender del otro lo que le falta y si no cumple cada quien su parte ninguno merece la flauta. Al tercero en todo caso se le enseñaría también a fabricarse la suya, y mejor aún a obtener cosas propias, pero no podría reclamar la flauta original porque no tiene nada que ver con ella.

Claro que si este caso surgiera en el mundo real probablemente no sería tan sencillo. ¿Y si los niños en cuestión son hermanos y el tercero no tiene propiedades por que los otros dos le han quitado todo? Pero en ese caso ya serían dos cosas distintas, la flauta por un lado y el ajuste de cuentas por otro.

Y bueno, esto es algo que suele pasar en el mundo real; los problemas parecen difíciles de resolver porque rara vez se presenta uno solo en estado puro, por lo general son varios problemas enmarañados.


"¿Y ud. qué opina?"

6.10.10

Viejas profecías.

“Siento que alguna vez, por alguna causa imprevista, la vida de alguien sobre la tierra no se extinguirá nunca; que sus pasos serán cada vez más firmes y que su voz se escuchará siempre con la continuidad y vigor de los ríos. Siento que hay una música que no concluirá jamás en el tiempo y que un mismo soplo de aire agitará hasta la eternidad el mismo árbol. Antójaseme, por no sé qué razones, que en el momento menos pensado se abrirá la tierra por todas partes como una misteriosa granada madura y que germinarán hasta en los riscos menos propicios, flores y frutos desconocidos, aromas que nadie ha aspirado y formas nuevas en qué deleitarse. Para estupor del que sobreviva estallarán los viejos astros y surgirán otros nuevos, y a cada alumbramiento de éstos, el mar rebasará sus límites, arrullará las ciudades y el perfume de sus algas será tan intenso que se marchitarán los retoños en sus tiestos, aunque la juventud infinita les será otorgada a los hombres. Nadie hablará más de la hiedra en el muro, ni de la puerta en el muro, sino de la nueva montaña; nadie cultivará la hiedra, ni el enebro, ni las madreselvas, porque la tierra producirá unas flores azules de cristal que, trepando por la corteza de los árboles, derramarán su contenido sobre el que camina…”
-- Francisco Tario. La puerta en el muro (1946).

“Y poderoso fuego estremecerá los nombres de los que vuelven de la muerte purificados. Y se abrirá el Libro de la Vida. El viento dejará flotar su túnica y las zarzas florecerán quedándose sin sed y sin lágrimas. Y la tierra será absoluta claridad con sus árboles redivivos. Porque se abrió el Libro de la Vida.”

-- Guadalupe Dueñas. Tiene la noche un árbol (1958).

23.5.10

Diario de lectura: una antología



- El rincón obscuro. (Siendo tanto "obscuro" como "oscuro" deletreaciones válidas según el diccionario de la RAE, ¿por qué algunos escogen la primera, que suena menos elegante?). Se trata de quince cuentos escritos por nueve autores de la editorial Arkham House y traducidos al español. Cuatro de August Derleth ("A thin gentleman with gloves" y "The lost day" son buenos; "Mrs. Lanisfree" y "Three gentlemen in black" predecibles), dos de H. P. Lovecraft ("The outsider" justifica la percepción que de Lovecraft tenía Borges como "un escritor involuntariamente paródico de Edgar Allan Poe", pues lleva los temas melancólicos y atormentados de Poe hasta lo grotesco; "The music of Erich Zann" es muy característico y bien puede haber influido "El espejo", de Amparo Dávila); dos de Clark Ashton Smith (bellísimos y sin duda los mejores de la antología, si bien sólo "The ninth skeleton" es de terror; "The willow landscape" es fantástico pero no siniestro), dos de Robert E. Howard ("The black stone" y "The horror from the mound", que Rafael Llopis tuvo a bien llamar "pura exégesis de (los textos ficticios creados por Lovecraft)"; buenos, aunque el primero es hiper-racista y el segundo pierde toda su fuerza en cuanto revela en qué consiste su monstruo). Y uno de cada uno de los siguientes autores: Robert Block (típicamente "hollywoodense", pero magistralmente ensamblado), Frank Belknap Long (casi caricaturesco), H. Russel Wakefield (sin mayor impacto), Henry S. Whitehead (intrigante aunque parece confundir "Lemur " con "Ghoul", pero con apuntes sociales mucho más sutiles que los de Robert E. Howard), y Donald Wandrei (un poco improvisado, pero con un buen concepto central). Todos vienen ilustrados con viñetas de procedencia desconocida (¿serían parte de su publicación original?)

Diario de lectura: cuentos latinoamericanos



- Todo y nada. Macedonio Fernández. Miscelánea que reúne aforismos (como "Habiendo tantísimas personas interesantes, ¿por qué preferimos admirarnos a nosotros mismos?") y textos breves (algunos microcuentos y otros inclasificables como "El Existidor de profesión") de ese maravilloso autor sui géneris que fue Macedonio, maestro de una generación que incluye a un tal Jorge Luis Borges. Más que temas recurrentes hay en los textos desconcertantes de Macedonio una búsqueda constante, la de las posibilidades de la imaginación como fuerza corrosiva de todo lo establecido; en sus textos (sean narrativos, poéticos, o lo que quieran) está siempre la invención creadora antes que cualquier preocupación social o incluso académica. Un autor para lectores caprichosos y que gusten de lecturas que inviten al juego y la reflexión.
[Argentino]

- La bella y la bestia. Clarice Lispector. Recopilación póstuma de Lispector y que combina textos de su juventud con otros de su madurez (la recopilación es de 1979). Ocho cuentos breves escritos en ese estilo característico de Lispector, que sin ser necesariamente fantástico (a veces lo es, pero no en ésta recopilación) ciertamente no es costumbrista ni realista. Y como señalara César Aira no son tampoco psicológicos, sino que "serían metafísicos si eso significara algo". Los argumentos son más o menos sencillos: un día ordinario en la vida de una mujer aburrida (pero es el día que la lleva a la destrucción), una aventura extramarital, una conversación de cantina, el encuentro entre una joven adinerada y un mendigo tullido, etc. Pero en todos ellos el argumento no es más que el pretexto para desarrollar la consciencia interna de sus personajes --no por sondear su psicología sino por buscar lo que yace en toda mente más allá de la materia. Luego son cuentos que buscan el alma humana, pero que tienen poco que ver con la moral clerical y mucho que ver, en cambio, con los laberintos de James Joyce y (sobre todo) de Virginia Woolf.
[Brasileña]

Diario de lectura: Cuentos mexicanos

- Otros cuentos. Francisco Tario. "La puerta en el muro" (Opúsculo que resume varias historias (pero no, en realidad una sola, la de la humanidad en busca del sentido) en torno a un tema que recuerda a H. G. Wells, pero con una perspectiva más ácida), "Yo de amores qué sabía" (cuento casi cínico de aventuras amorosas, y tal vez el único de Tario que se aproxima al psicologismo, pero que es también una vuelta de tuerca al género al que supuestamente se suscribe (la evocación infantil)), "Breve diario de un amor perdido" (el proceso de duelo de alguien que ha perdido a su amada es el pretexto sobre el cual gira este casi poema en prosa; nótese la relación que guarda con el cuento "La noche de La Valse"; ¿si será Tom el narrador de esta obra, también?), "Jacinto Merengue" (fábula "a la Tario", vale a decir que vuelve lo que sería una historia consabida en un juego entre planos de realidad y hasta una alegoría sobre la incomunicación humana).

- Vampiros y otras adicciones. Carlos Camaleón. Doce cuentos de temática vampírica (hay que decir que el título es engañoso: no sólo no se tratan "otras adicciones", sino que ninguno de los vampiros de estos cuentos parece ser adicto. Consumen sangre y a veces otras cosas (energía, años, incluso sentimientos) pero todos parecen hacerlo por costumbre o por gusto, no por estricta necesidad). En conjunto este libro de cuentos es ciertamente mejor que otros autores mexicanos de intereses similares (como Mario Cruz o Janitzio Villamar), pero también tremendamente inferior a muchos contemporáneos (por principio de cuentas "Sombras sin tiempo", de Gerardo Horacio Porcayo, es una colección de cuentos vampíricos muy superior a ésta). Y es que en términos narrativos (y literarios) los textos no funcionan, están llenos de personajes acartonados y sentimentalismos adolescentes [por alguna razón el tema del vampiro parece atraer sobre todo a los adolescentes]. Además, pese a ser la tercera edición, el libro está lleno de errores tipográficos. Por otra parte la base mitológica de estos cuentos es sumamente interesante: además del tradicional vampiro seudo-romántico hay aquí vampiros vegetales (rosas que florecen con sangre), cósmicos, etéreos (musas y una suerte de ondina oriental) y más aún. Además, la introducción del autor es extremadamente lúcida y con mucho el mejor texto del libro. Tal vez el verdadero problema sea que Camaleón es mejor ensayista que narrador (y en efecto, el único otro libro que le conozco es un ensayo sobre los filmes de Alejandro Jodorowsky...)

- Árboles petrificados. Amparo Dávila. Doce cuentos cuyo eje temático es la muerte. Tercer (en su momento último, pero desde el año 2008 eso cambió) libro de cuentos de Amparo Dávila. Muerte dulce, terrorífica, de soledad, de amor, en el sueño, voluntaria, como vía de escape, preferible al dolor y la angustia, cuentos teñidos acaso por la madre muerta a que está dedicado el libro o bien porque es la culminación de la fantasía lingüística de Dávila...

- Relatos. José María Roa Bárcena. Tres relatos representativos de un maravilloso prosista: "Noche al raso", "Lanchitas" y "Combates en el aire". El primero es en realidad cinco cuentos narrados al estilo propio de "Los cuentos de Canterbury" o de "Las 1001 noches": una historia base que sirve para presentar más historias dentro de las que a veces aparecen más historias... y en este caso con un colofón en que se confunden ficciones. La mayoría son cuentos de estilo picaresco, salvo "El hombre del caballo rucio", que es una buena leyenda de miedo. Le sigue "Lanchitas", relato de aparecidos (el argumento es una leyenda que aparece en varias recopilaciones contemporáneas a la época de Roa Bárcena) notable porque lo sobrenatural de su argumento es sólo el pretexto para explicar la transformación psicológica del personaje titular. "Combates en el aire" es el cuento menos logrado de la reunión, un ejercicio de comparación (un duelo de papalotes que representa los altibajos de una pequeña comunidad rural) que aunque indudablemente bien escrito y narrado no tiene el encanto de los dos textos anteriores. La selección es de Julio Jiménez Rueda, cuya lúcida introducción alaba tal vez de más la "entereza moral" de Roa Bárcena (es que tanto Roa como Rueda fueron hombres de tendencia conservadora; más la obra de un artista y sus actos civiles son dos cosas distintas). Se incluye también un largo ensayo de Roa sobre José Gorostiza.

- La risa de las azucenas. Socorro Venegas. Veintidós cuentos breves que conforman el primer libro de cuentos de la potosina Venegas. Temas recurrentes: el mutismo, la soledad, el amor (a veces efímero, otras cíclico y de vez en cuando correspondido), la infancia, la identidad. Algunos "realistas" y otros fantásticos, pero en realidad ocurren todos en un mismo universo. Cuentos que destacan: "Diario de plenilunio" (De tema apocalíptico), "El burócrata y el ángel" (que consigue extraer una idea filosófica de un asunto trivial, la expurgación de gerundios en un discurso político), "El globo terráqueo" (el mejor de los de corte realista).

- La grieta y otros cuentos. Manú Dornbierer. Quince cuentos, unos fantásticos y otros de ciencia ficción; acaso algunos... ¿teosóficos? Un tema recurrente es el de el alma (y en Dornbierer el alma casi siempre vale a decir la conciencia, no necesariamente la personalidad) fuera de la materia y el tiempo. El propio tiempo es otro tema recurrente, casi siempre con la idea de quebrantar sus leyes para reparar errores aparentemente inevitables. Hay algo de terror en estos cuentos, un poco de esperanza también.

- Mantis religiosa. Mauricio Molina. Doce cuentos fantásticos que conforman el primer libro de cuentos de Molina (anteriormente escribió una novela y un libro de ensayos); son cuentos más bien imperfectos: no hay aún fantasía sino un poco de invención, no erotismo sino fantasías masturbatorias, no exotismo sino apenas ideas vagas sobre otras culturas, etc. No por ello es una obra mala y ciertamente hay un esfuerzo narrativo por parte del autor... aunque frente a otros primeros libros de cuentos (como "La materia del insomnio" de Mario González Suárez, "Tiempo destrozado" de Amparo Dávila, "Los sueños de la bella durmiente" de Emiliano González, "La grieta" de Manou Dornbierer, etc.) se queda del todo corto.

- La piel dorada y otros animalitos. Erika Mergruen. Dieciocho breves cuentos fantásticos. Más bien lúdicos, algunos con base más o menos sencilla (un cuento es el ejercicio de escribir un manual para una operación sencilla, otro parte del tema de la sobrepoblación y llega a la generación espontánea, etc.), pero magistralmente compuestos.

- Esta noche...vienen rojos y azules. Pedro F. Miret. Once cuentos del desconcertante Miret. Este libro sería de hecho su primer libro de cuentos, pero la que leí fue la tercera edición (CNA, 1997), que reedita ediciones anteriores: modifica ligeramente el primer texto y reemplaza el último texto (originalmente una obra de teatro titulada "Eclipse con explosión") con un cuento titulado "Incursión" (y que de hecho es uno de los mejores textos del libro). Los llamo "textos" porque la mayoría no tienen título; incluso el título del libro sólo corresponde al primer cuento, que es además el más largo. Son cuentos extraños, maravillosos pero no propiamente fantásticos. Las situaciones que proponen son más bien insólitas (a menudo ocurren en medio de la nada, tanto figurativa como literalmente) y sus personajes son auténticos autómatas que obedecen impulsos inexplicables incluso para ellos mismos. Destacan un cuento sobre la experiencia del cine y su ilusión, otro que transcurre en un pueblo poblado exclusivamente por mecánicos e "Incursión", en el que una aventura nocturna evoluciona poco a poco en pesadilla.

18.2.10

Más del insomnio

· Es que las primaveras solo parecen dulces cuando llega el invierno.

· …había un túnel cúbico lleno de dientes y encías; lo monstruoso es que era totalmente orgánico…

· No eran monstruosos sino hasta que la caza indiscriminada los obligó a escoger entre el exterminio y la evolución pesadillesca.

· Necesito tu sonrisa, pero me conformo con el resto de tu cuerpo.

· La felicidad no es exactamente lo mismo que la prosperidad, porque es un poco más pasajera, efímera.

· ¿Qué tendrá la mentalidad colonial que se ahoga en ingenuidades mientras se pretende superior a todo cuanto le rodea?

· La creencia de ciertas personas en lo que llaman “parapsicología” (concretamente “percepciones extrasensoriales”) es un resabio de lo que impulsaba la creencia en la magia: la idea de que la voluntad individual puede algo contra la indiferencia de la naturaleza.

· “El misterio de la isla Panorama”, la obra gráfica más reciente de Suehiro Maruo es una
narración preciosista e intimista que presenta el proyecto aparentemente imposible de crear un edén sobre la tierra. Una isla que en conjunto es un tour-de-force tan sublime y bello que produce vértigo y locura. Una isla tan prodigiosa que sólo puede tener las fundaciones bañadas en sangre…

· Sería terrible descubrir que no existe ninguna diferencia real entre la genialidad y la mediocridad, sino que dependiera del estado de ánimo del receptor.

· A la larga resulta que el problema aquí no es el tiempo ni su administración, sino la enorme desproporción entre recursos y disponibilidad.

· La situación es la siguiente: llevamos dos años de preparación y seguimos siendo insuficientes, pues necesitaríamos mas vidas…

Diario de lectura (09-10): Cuentos mexicanos

- Cuentos del México antiguo. Artemio de Valle-Arizpe. Dieciséis cuentos característicos de ese dedicado colonialista (pero no, de ese modernista que disfrazaba su arte de nostalgia colonialista) que fue Valle-Arizpe. Cuentos que muestran buena parte de su oficio: leyendas, relatos costumbristas (más bien burlescos), hagiografías, cuentos fantásticos, relatos pseudohistóricos (más bien una extensión de sus maravillosas leyendas)... Si ciertos rasgos de su estilo molestan un poco en tiempos actuales (sobre todo la visión a menudo maniquea con que maneja los conflictos sociales; concretamente su empeño en retratar a la clase plebeya como criminal de alma) la belleza de su prosa no disminuye, y es en todo caso otro de aquellos escritores desfasados a su tiempo y que siempre conviene revisitar y analizar (y sí, criticar) cuidadosamente, más aún con ojos modernos.

- Cuentos de terror. Pedro Soria. Veinticinco cuentos autopublicados de un escritor en ciernes. Todos son obras imperfectas, mal narradas y sin mayores méritos literarios. Todos, empero, muestran una gran inventiva en lo que respecta a sus argumentos, incluso en lo que respecta a sus "artilugios de miedo". La portada es un dibujo firmado por un tal "R. Palacios" y la introducción es de un tal Francisco Sánchez, quien sentencia que "la pausa para reflexionarlo (al libro) puede ser motivo para encontrar las limitaciones que posee el primer volumen que se edita, pero no las que tiene el autor, sino las que tiene el precoz intento fructífero de escribir (...) Pedro Soria tiene los vientos de un buen escritor". En efecto, tiene el potencial para ser un buen escritor, si es que le impone mayor rigurosidad a su obra. Por ahora, el volumen publicado es tan solo un curioso objeto, pero en el mejor de los casos puede llegar a ser un antecedente histórico.

- Una inmensa legión de fantasmas. Efrén Minero. Diez cuentos de un escritor joven, acaso escritor en ciernes pese a que la semblanza de su solapa proclama que tiene otros dos libros publicados. Pero se trata de cuentos imperfectos, que confunden el chiste vulgar con el ingenio, el habla coloquial con el juego lingüístico y que además abusan de la enumeración. El penúltimo cuento es el más largo y posiblemente el más logrado del libro; el último y el que le da título al libro es un microcuento (más bien un aforismo que quiere hacerse pasar por microcuento); todos los demás son básicamente variaciones sobre las ocurrencias que cualquiera tiene, pero sin profundizar más.

- De fusilamientos y otras narraciones. Julio Torri. Colección en tres apartados de ese maravilloso minimalista que fue Torri, cuya obra, escasa en extensión es enorme en maravilla. Cierto que es una obra muy propia en su época --publicada por primera vez en 1940 (aunque corre la leyenda de que la casi totalidad de sus textos en realidad fue redacta antes de 1917) presenta una cosmovisión indudablemente criolla de la realidad. Acaso le concede demasiado valor a la cultura académica y sin duda alguna muchos de sus textos exhiben una fuerte misoginia (¿su confesión en estas páginas de que vivía con uno de sus grandes maestros, Pedro Henríquez Ureña, en "un mundo de pasión" explicará este rasgo de su carácter?). Cierto también que es uno de los primeros grandes innovadores de las letras mexicanas, y que posteriores escritores fantásticos como Juan José Arreola tienen en él a uno de sus más importantes predecesores. Y cierto, finalmente, que su obra, al menos la mayor parte de ella, consigue mantenerse original y profunda incluso a la fecha.

- Mi hijo, el lobo y otros cuentos de terror. Janitzio Villamar. Ocho cuentos de terror... bueno, con arquetipos propios del género de terror. Son cuentos pesimamente escritos, llenos de clichés y de agujeros en el argumento, aparte la absoluta torpeza del autor para el diálogo. Los temas oscilan entre hombres lobo, vampiros y fantasmas (con los consabidos roces con demonios, brujos y pactos satáticos). Todos los textos fueron publicados con anterioridad en diversas revistas como "Dracula's magazine", "Equipo Mensajero" y "El gato negro", de los que sospechamente fue director el propio Villamar...

- Cuentos románticos. Justo Sierra. Quince cuentos de juventud de ese romántico tardío (o ese modernista post-romántico) que fue Sierra. Quince breves textos que oscilan entre leyendas campechanas, bellas obras fantásticas, textos semihistóricos y narraciones pasionales de antiheroes románticos. Las obsesiones del autor incluyen, por un lado, los temas israelitas (que sin embargo evitan el evangelismo pedante por medio de la fantasía histórica) y por el otro los caprichosos pasos del alma (el amor joven que con frecuencia lleva a la muerte o bien a la madurez cínica), amén de un claro amor por la ambientación marina (o tropical) y un interés en indagar la veracidad de la historia oficial. El que este volumen sea uno de las pocas recopilaciones voluntarias de la obra literaria de Sierra le confiere aún más valor, pero no le hace falta; su calidad literaria es por sí sola suficiente para volverle sobresaliente.

- Cuentos frágiles. Manuel Gutierrez Nájera. El único libro publicado en vida por Nájera es una colección de trece cuentos melodramáticos, de estética indudablemente preciosista y que en sus mejores momentos rozan con la poesía en prosa. Como cuentos se encuentran un tanto envejecidos, sea por la intención moralista o por la puerilidad con que Nájera intenta tratar temas como la miseria y el sufrimiento de los inocentes ("¡no hay madres malas, no señor!"); lo mismo ocurre en realidad con casi toda la obra de éste autor. Pero es que Nájera fue realmente un pionero, el primer escritor mexicano dedicado en pleno a la literatura y de paso el iniciador del modernismo en la poesía; como tal, es inevitable que haya sido superado con creces por contemporáneos, discípulos y sucedáneos. Pero su obra sentó las bases de toda una tradición literaria y por lo tanto merece aún ahora más de una relectura crítica, así sea con ojos modernos.

- Cuentos de espantos y novelas rústicas. Manuel José Othón. Cinco cuentos del poeta Othón, clasicista por convicción pero modernista a ultrajanza de sí mismo. Los tres primeros textos, los "cuentos de espantos" son relatos de intención cervantina con algo de Poe (según señala José Emilio Pacheco), con la curiosidad añadida de que los tres son cuentos supuestamente desmitificadores pero con una ambigüedad fantástica que el ánima de Othón parece haber operado a traición de sus propias intenciones. "El nahual" teóricamente desmiente al brujo y a su familiar coyote, pero la imposible astucia de este último sugiere que el brujo sí es tal; "Coro de brujas" pretende exponer ciertas fatasmagorías como estafas, pero el narrador sugiere entre líneas que hay algo más en las mujeres con que se alía; "Un encuentro pavoroso" no es fantástico, pero en cambio deja en claro que la sugestión puede ser más efectiva que la deducción. En cuanto a las dos "novelas rústicas" se trata de cuentos pintorescos más bien melodramáticos y exagerados; pero su valor no radica en la anécdota que cuentan ni en sus idealizados personajes, sino en la sorprendente adecuación que Othón crea entre el paisaje y el ánimo de sus personajes, al más puro estilo romántico.

- La linterna de los muertos. Álvaro Uribe. Reedición de la clásica colección de cuentos fantásticos de Uribe publicada en 1988, a la que ahora se le añaden otros dos. Cuentos de fantasía filosófica que se podría decir están en deuda tanto con Borges como con Cortázar, pero en los que la voz propia del autor trasciende esas dos influencias para moverse hacia un plano único: la Arcadia, el mundo primigenio o mundo de las ideas platónicas. "Filósofo meditando", "El rehén", "La audiencia de los pájaros" y "El séptimo arcano" son disquisiciones sobre los planos de existencia brillantemente compuestos como cuentos fantásticos. "El evangelio del hermano Pedro" y "El último sueño de Simón" parten de anécdotas cristianas, mientras que "La linterna de los muertos" y "La fuente" lo hacen de leyendas americanas.

- Antología personal. Juan Rulfo. El gran Rulfo, escritor aparentemente lacónico y en realidad de inmensa profundidad, creó una selección de sus propios textos. Ocho cuentos de la colección "El llano en llamas", dos fragmentos de la novela "Pedro Páramo" que también funcionan como dos cuentos conectados y la posible joya de la colección: dos textos breves antes inéditos (mejor dicho, rescatados de revistas): el cuento suelto "La vida no es muy seria en sus cosas" y "Un pedazo de noche", fragmento de la novela inédita "El hijo de la desolación", pero que también funciona perfectamente como cuento. En conjunto reviven y amplían el paisaje literario de Rulfo (precisamente los dos nuevos cuentos usan una ambientación urbana, donde todo lo demás era rural o fronterizo), amén de reforzar su atmósfera espectral, que tiene tanto de gótico europeo como de las leyendas populares...

Diario de lectura (09-10): Miscelánea

- Relatos de poder. Carlos Castaneda. Cuarto y (en su momento) último volumen de la narración sobre las enseñanzas metafísicas del brujo Don Juan al antropólogo Castaneda. La anécdota, sencilla y a la vez dificil de resumir, gira alrededor de la presencia del "Nagual", que aquí representa todo lo inexplicable y misterioso que sin embargo existe al margen de la realidad inmediata, amén de las catarsis que su aprendizaje causa en toda persona preparada. Aunque se titula "Tales of power", es este un libro de dificil clasificación tanto en género como en temática. ¿Narrativa fantástica en episodios? ¿Novela simbólica? ¿Estudio antropológico?

- You come when I call you. Douglas Clegg. Mediocre novela sobre demonios y la "bestia humana"; si bien hace gala de muy diversas técnicas narrativas (flashbacks, narradores subjetivos, múltiples puntos de vista y similares) la narrativa no despega nunca y los personajes son completamente acartonados. En general, es otra novela del montón.

- Die in plain sight. Elizabeth Lowell. Una joven pintora y un guardaespaldas unen fuerzas para resolver el misterio que se oculta tras de las pinturas que la joven heredó de su abuelo y que podrían esclarecer una serie de escándalos vinculados con la poderosa familia Forrester. Mediocre thriller que basa su atractivo en largas escenas de sexo entre los dos jóvenes protagonistas y un misterio sin mucha coherencia. Sin mayor trascendencia.

- Remember me. Christopher Pike. Una de las muchas noveletas para adolescentes que Kevin MacFarland publicó bajo el seudónimo Christopher Pike, al estilo de muchos autores en boga en los 80 y 90 como R. L. Stine o Caroline B. Cooney. Aunque concebidas para el mercado best-seller de thrillers adolescentes, las novelas de Pike gozaban de cierta calidad en su variedad de conceptos (no necesariamente en su presentación escrita) y esta no es la excepción. Se trata de un misterio de asesinatos más o menos estandar combinado con una fantasía ingeniosa aunque ingenua (el asesinato es investigado por la propia víctima, bajo la forma de fantasma). Un buen entretenimiento sin mayores pretensiones.

- Bread and wine. Samuel R. Delaney. Novela gráfica subtitulada "An erotic tale of New York", y que cuenta una anécdota autobiográfica: el romance vivido entre el autor, Samuel (que en la narración se identifica como Chip), y un vagabundo llamado Dennis; sus aventuras amorosas desembocaron en un matrimonio idílico. Ayudado por las ilustraciones meticulosas de Mia Wolff, Delaney convierte una anécdota inusual en una deconstrucción de muchas oposiciones socioculturales (blanco y negro, rico y pobre, sucio y limpio, homo y hetero, etc.) que pueden ser corroídas y finalmente vencidas por el amor. Como señala Alan Moore en su introducción a este comic, "las personas más aproximadas a lo diabólico son también las más próximas a lo sagrado".

- Pet shop of horrors, vol. 8. Matsuri Akino. Octavo volumen de la serie episódica sobre un misterioso vendedor de mascotas y las peripecias que éstas hacen pasar a sus nuevos dueños. Buen drama fantástico con toques ocasionales de terror y de romance.

- Bratpack. Rick Veitch. Cuatro jóvenes ordinarios son seleccionados para ser los nuevos asistentes del "Black October", un excéntrico cuarteto de superhéroes cuyos métodos e ideologías rozan con el fascismo desencantado. Sátira del género un tanto burda en su ejecución, pero con ciertos apuntes sumamente mordaces no ya del concepto del superhéroe, sino de la cultura consumista que por un lado se alimenta del sensacionalismo y por el otro busca siempre chivos expiatorios en momentos trágicos.

- Verse. John Updike. Recopilación de dos poemarios previos de ese maravilloso (y conflictivo) autor que fue John Updike. Los poemarios en cuestión "The carpentered hen and other tame creatures" (de 1958) y "Telephone poles and other poems" (de 1963) formaban en el momento (1965) toda la obra en verso del autor. Se trata en su mayoría de poemas más bien menores ("Short, witty pieces on the absurdities of modern life", lo llamó el diccionario Webster de autores estadounidenses), aunque exhiben un manejo extraordinario del lenguaje y vocabulario inglés amén de su tendencia a buscar lo maravilloso en situaciones y objetos completamente ordinarios. De la obra de Updike es más probable que sus novelas sean más recordadas que el resto de su producción, que sin embargo sigue siendo un buen y digno entretenimiento literario.

Diario de lectura (09-10): Cuentos internacionales

- El vampiro de almas. Dalton Trevisan. Veintinueve breves cuentos tomados de quince libros del gran cuentista Trevisan; dos cuentos de los catorce primeros y una selección de minicuentos del quinceavo, titulado "Ah, ¿sí?". Si estilísticamente es justo comparar a Trevisan con autores como Monterroso y Arreola, temáticamente es muy otra cosa, es algo incluso parecido al Tario novelista (pero no al cuentista, que es el más conocido). Se trata de ficciones a menudo sórdidas que sin embargo tienen poco del llamado "realismo sucio" y en cambio mucho de exámenes de fuerzas destructivas. A notar especialmente el tema recurrente de la pareja que termina por devorarse entre sí, y que en los últimos libros son invariablemente Joao y María, Adan y Eva de un nuevo Edén/Infierno que es Curitiba, ciudad microcosmos de Trevisan. [Brasil]

- Las fuerzas extrañas. Leopoldo Lugones. Cinco cuentos reunidos por la editorial Trillas (parece ser una selección de la colección original aparecida en 1906, que constaba de trece cuentos); aunque mal editados conservan suficiente del texto original para brillar por su propia cuenta. En conjunto son una buena muestra de la rama fantástica de Lugones (a la postre maestro de Borges y de Bioy Casares) que retoma tradiciones legendarias y que revisten la aparición de lo extraordinario con gran sutileza. Los tres primeros, "El vaso de alabastro", "Los ojos de la reina" y "El puñal" son sucedáneos y tratan de las maravillas antiguas a ojos recientes: los dos primeros en el caso de Egipto y el tercero en el caso de Persia. En conjunto pasan de la intención desmitificadora al asombro ante lo insólito. "El secreo de Don Juan" es una pieza con algo de sardónico y algo de metafísico que trata, por supuesto, la leyenda del personaje titular. "Águeda", por fin, tiene mucho de leyenda romántica y algo de ecos de tradiciones mitológicas. Todos los cuentos hacen honor al título del libro, fuerzas que son incomprensibles a primera vista y que gobiernan irremediablemente el destino de sus testarudos testigos. [Argentina]

- La memoria de Shakespeare. Jorge Luis Borges. Los últimos cuatro cuentos del gran maestro, todos de tema fantástico y que rematan por fin varias obsesiones de Borges. Un cuento sobre el doble, el juego entre Borges real y Borges escrito que además diluye la memoria con el sueño y la muerte voluntaria. Otro sobre la fe y la incredulidad que es también parábola sobre la fe asceta y el milagro místico. Otro más sobre el caos con rasgos de horror cósmico expresados sin embargo con quietud y pulcritud, antes que con aspavientos. Y por fin, una alegoría sobre la relación entre la memoria y la existencia. Más que cerrar una época literaria, abren nuevas puertas a la fantasía. [Argentina]

- Queremos tanto a Glenda. Julio Cortázar. Diez de los excelentes cuentos fantásticos de Cortázar, con las sabidas obsesiones de su obra: los gatos, las relaciones entre hombres y mujeres, lo insólito, lo lúdico. Y acaso porque este fue un libro aparecido en 1980, la violencia, el horror de las dictaduras (pero siempre la dictadura como fondo, el temor más allá de la política), lo sininiestro que se oculta al margen de lo ordinario. Como siempre es notable el uso de la voz narrativa, que a menudo transforma el habla coloquial en clave poética y que dice callando. También de nuevo aparecen Argentina y Francia como esas dos tierras aparentemente opuestas pero que en realidad son dos caras de la misma realidad, la tierra literaria de Cortázar. [Argentina]

- Trizas de papel. José Antonio Ramos Sucre. La primera obra de Ramos Sucre es una recopilación de breves ensayos / alabanzas a próceres venezolanos y algunos textos poéticos (originalmente publicados en forma de plaquette); ha sido descrito como un libro "todavía un tanto indefinido e indeciso", lo cual es cierto. En particular los ensayos se suscriben a una mentalidad militar que los textos posteriores de Sucre definitivamente evidencian como ingenua. Los poemas en prosa, por su parte, ya muestran algo del enorme interés de Sucre por épocas mítico-históricas y por el dolor humano, aunque muchos se sienten aún tentativos. No menos cierto es que ya desde estas primeras páginas Sucre se muestra como un autor al margen de casi todos los intereses contemporáneos (la exepción, por supuesto, es el patriotismo que parece caracterizar buena parte de la literatura americana de principios del siglo XX), con una voz propia tan característica como única. [Venezuela]

- Anaconda. Horacio Quiroga. Diecinueve cuentos, nueve largos y diez breves, del gran maestro cuentista Quiroga. Todos ellos perfectos a su manera y todos representativos de su estilo, con todo y que cubren temas muy distintos: la muerte, la locura, el amor, la naturaleza, el horror... las obsesiones de Horacio. Aunque esta recopilación es postuma y se nota la desorganización de los cuentos (no hay unidad temática) todos brillan por sus propios méritos. Hay aquí cuentos fantásticos, cuentos siniestros, narraciones alucinantes y relatos insólitos. Algo para todos los gustos. [Uruguay]

- Prosas apátridas. Julio Ramón Ribeyro. Una selección de ese libro de reflexiones que forma parte de la antología personal del gran cuentista limeño. El propio Ribeyro señala que tales reflexiones bien podrían ser parte de su diario íntimo o de sus libros de ensayos; son breves reflexiones sobre temas comunes, pequeños ejercicios de flujo de conciencia que develan todo un sistema de pensamiento filosófico, desencantado por la banalidad de la existencia pero por otra parte fascinado por la supervivencia del todo a traves de la abstracción. Caso concreto, del cambio de objetos por signos que bien puede caracterizar a la madurez. [Peru]

- Un hombre muerto a puntapiés. Pablo Palacio. Nueve cuentos que conformaron el debut de este maravilloso, corrosivo, extraño escritor que fue Palacios. Los nueve son textos perfectos, de temática sórdida (enfermedades venéreas, defectos de nacimiento, obsesiones e inclusive un poco de magia negra) y ejecución sardónica. Que hayan sido publicados a los 24 años de su autor se justifica acaso históricamente: Palacio no habría de vivir mas que 43 años y siempre acosado por males hereditarios parecidos a los de sus personajes, dejándonos sólo este libro de cuentos, un par de novelas y algunos textos dispersos. Los retos semióticos (y gramaticales) que cada texto suyo contiene no se explican: se disfrutan. [Ecuador]

- Guerra del tiempo. Alejo Carpentier. Diez cuentos del gran escritor cubano y creador del supuesto "Real maravilloso" (o bien el que quiso trasladar el surrealismo francés al ambiente americano), que combinan el largo aliento de sus novelas barrocas con su interés por la rigurosidad histórica y la presencia de lo maravilloso en la realidad --lo que en conjunto conforma leyendas. Los cuentos vienen divididos en tres secciones: la primera, titulada "La vanguardia" son tres cuentos experimentales, dos de ellos inéditos (el primero de hecho inconcluso) hasta ahora. De estos tres destaca "El milagro del ascensor", que roza con la ciencia ficción. La segunda sección, "Guerra del tiempo", es la mejor e incluye un cuento largo (acaso demasiado) junto con dos más cortos y mejores: "Viaje a la semilla" (que es un ensayo filosófico sobre el tiempo presentado como cuento fantástico) y "Semejante a la noche" (sobre las falzas esperanzas de todo hombre que partió alguna vez a la guerra). De los últimos cuatro cuentos destacan "Los fugitivos" (que recuerda a Jack London y consigue trasplantar su influencia al mundo de Carpentier) y "Los advertidos" (agridulce cuento sobre el tema del diluvio universal y el politeísmo). [Cuba]

- Vida de un loco. Ryonosuke Akutagawa. Tres relatos difíciles de clasificar y que son característicos de Akutagawa --incluso podríamos atrevernos a decir que son textos personalísimos de su autor. "Jigokuhen", o "El biombo del infierno" es un cuento largo cuya anécdota central es la creación de un cuadro tan soberbio como terrible por el pintor Yoshihide en el japón feudal del siglo X; la verdadera fuerza (y tema) de este cuento es la ambigüedad y la duda: toda la historia se presenta desde dos puntos de vista simultáneos (uno que condena a Yoshide mientras ensalza al emperador para el que trabaja y otro que invierte sus papeles). Cuento entre fantástico y terrible con muchas reflexiones sobre la naturaleza casi sobrenatural del arte. Como decía Borges de Akutagawa "La extravagancia y el horror están en sus páginas, pero no en el estilo, que siempre es límpido". "Hagurugama" o "Engranajes" es un complejo juego literario que lo mismo puede leerse como una noveleta dividida en cuentos, una serie de variaciones sobre un tema similar (la obsesión y la locura) o inclusive como un diario literario. Por último está "Aru Ahô no Isshô", que da título al libro y que nuevamente puede ser leído como una colección de poemas en prosa o como un diario de suicido. Pero si resulta lo último, no es un diario confesional sino testimonial: al poco de concluir los dos textos anteriores Akutagawa se suicidó con una sobredosis de pastillas en 1927, a la edad de 35 años. Pero él mismo lo escribió: "No considero (al suicidio) un pecado, como hacen los occidentales". Precisamente como el torturado Yoshihide, Akutagawa tenía que ofrendar su propia vida al arte, precio a pagar por lograr obras sublimes y estremecedoras... [Japon]

- Vidas ejemplares. Marcel Schwob. Dos obras del elusivo y fascinante Schwob. "Vidas ejemplares" es una serie de cuentos fantásticos protagonizados por personas reales (o legendarias) en cuyas accidentadas vidas busca Schwob lo más sobresaliente de la existencia humana, sean sus protagonistas divinos, mezquinos u ordinarios. "La cruzada de los niños" es una colección de relatos entrelazados sobre el hecho histórico (tal vez legendario) de siete mil niños que buscaban recuperar Jerusalén. Ambas son obras imprescindibles para todo bibliófilo interesado en lo único y extraordinario. [Francia]

Diario de lectura (09-10): Antologías

- Poemas de brujas y duentes. Antología poética de H. Pacal que reúne una veintena de autores en apariencia disímbolos, pero que se hermanan por el tema del título y por la fascinación que sus poemas selectos muestran por lo oscuro y prohibido. De acuerdo al propio Pascal "esta antología basa su estructura en una polisemia, en una visión de los muchos significados de la magia, las brujas, los duendes y seres mágicos que aparecen, de pronto, detrás de sus velos". En conjunto esta obra traza un panorama evolutivo (pero no cronológico) del tema de la bruja (el poder femenino oculto y a veces prohibido) y sus acompañantes (esos seres que pueblan nuestros sueños y fantasías), que a ratos son adorados, a ratos vilipendiados y a veces olvidados, solo para resurgir en momentos propicios.
-
- Visiones periféricas. Subtitulado "Antología de la ciencia ficción mexicana" es una recopilación de dieciocho cuentos escritos por diecisiete mexicanos, un colombiano y un costaricense pertenecentes, por supuesto, a ese género tan propio del siglo XX y sin embargo tan versátil y amplio que en verdad sobrepasa fronteras espaciales y temporales. La antología viene dividida en cuatro partes: "Nuevos mundos para una literatura maravillosa" (que propone nuevas formas de vida a partir de irrupciones técnicas o espaciales), "Guerra fría, conquista del espacio e inteligencia artificial" (historias entre la advertencia y el asombro), "El localismo de la ciencia ficción" (obras propiamente "mexicanas" o con elementos tradicionalmente mexicanos en el marco de la CF), y "Posmodernidad y cyberpunk" (las obras más contemporáneas y, hay que decirlo, las menos inmediatemante "mexicanas"). No todos los cuentos tienen la misma calidad; curiosamente, las obras de autores menos dedicados al género tienden a ser mejores: el sutil relato de Manú Dornbierer (Pastelería vienesa), el largo cuento cuasi-visionario de Roberto López Moreno (El secreto) y el retrato casi costumbrista de Mauricio-José Scharwz (Arabesco Inmóvil). Los cuentos recopilados de autores menos asociados al género, Amado Nervo, Juan José Arreola y Gerardo Murillo son todos buenos, aunque posiblemente no sean lo mejor de cada autor, inclusive dentro del género CF. El resto de los cuentos son extremadamente interesantes, pero curiosamente son textos muy propios de su época, tanto que envejecieron con velocidad (la antología es del año 2001) y terminaron por ser más un mapa de la literatura fin-de-siecle que cuentos visionarios. Esto, por otra parte, es todo un logro...

- Todos los caminos del universo. Quince cuentos iberoamericanos de fantasía y ciencia ficción seleccionados por Oliva Rodríguez para la colección Pepsa (aparentemente una colección de libros para la SEP, Secretería mexicana de Educación Pública). Subtitulada "Cuentos de imaginación" y aparecida en 1974, esta colección destaca por dos puntos esenciales: por un lado, la enorme calidad de los autores seleccionados (que incluyen a la mexicana Manú Dornbierer, el costaricense Alfredo Cardona Peña, el chileno Hugo Correa, y muchos más) y de sus respectivos textos; y por el otro, la deficiente introducción de Rodríguez tanto para la colección entera como para todos los textos (básicamente señala obviedades de cada autor y sus estudios, de tan superficiales se antojan ingenuos), acaso por la intención pedagógica de la colección. Mas los cuentos por sí todos hacen una joya de ésta antología. Incluye viñetas ilustrativas (muy al estilo del comic estadounidense de esos años) de Guido del Carpio.

- Criaturas de la noche 2: Cuentos de hombres lobo. El cuento ganador y diecinueve menciones honoríficas de un concurso convocado por el Instituto Coahuilense de cultura; el tema, por supuesto, el el hombre lobo y los cuentos... fluctúan por muy diversos niveles de calidad. Los mejores textos incluyen: "La loba dorada" de Blanca Martínez, "Tallando la noche" de María Elena Méndez (ambos reiteran que la monstruosidad humana puede superar con mucho la natural crueldad del lobo; otro cuento, "Lobo-hombre" de Humberto Héctor Negrete trata el mismo tema pero con menor suerte), "Si tan solo..." de Gerardo Horacio Porcayo (que prescinde por completo de las reglas y clichés del tema para en su lugar jugar con otro tema arquetípico: el de la tierra postapocalíptica) y "Blister" de Gerardo Sifuentes (que no destaca tanto por la historia como por sus juegos metafóricos sobre lo que podría representar un licántropo). Notables, aunque no tan perfectos resultan también: "El llanto de los niños muertos" de BEF (aunque dura un poco más de lo necesario), "El ocaso de una maldición" de Jorge Pérez Carvajal (porque es poco común tratar a los arquetipos en su ocaso; pero su lenguaje se siente forzado), "La herida" de Julieta García (que logra una muy convincente sincronía entre el atavismo y la compasión) y "Lupus" de Iris Alva Lozano (que de hecho fue el ganador del certamen...). El resto de los cuentos, como es de esperarse, oscilan entre interesantes, mediocres y pésimos; pero en este caso se debe a que los premios fueron otorgados con base en la intención renovadora de la historia, más que en la calidad literaria de los textos. Como anota Doris Camarena (uno de los tres jueces del certamen) en su comentario para la solapa del libro: "El merito que nadie les negará (a los veinte autores reunidos) es que tuvieron el valor de reinventar al monstruo (...) pues ¿qué se puede contar ya de una bestia que agoniza...? Sólo eso, que agoniza y que se espera su próxima y piadosa desaparición. Es el caso del hombre-lobo, un monstruo que fue luminaria y ahora se contenta con ser una especie de burdo comediante de lo macabro". Los relatos vienen acompañados de otras tantas viñetas de varios artistas y de calidad también muy variada.

15.2.10

(Anécdota)


Estaba guisando un pollo cuando de pronto cayó en cuenta de que no era necesario; no hacía falta guisar para diez personas.
Y es que ese día no vendrían diez personas a cenar; de hecho, no vendría ni una sola.
Ni ese día ni ningún otro.
Dicen que ese día comenzó su descenso.

(Frase)


"Ay de los enamorados, de los desenamorados y de los no enamorados"