18.2.10

Diario de lectura (09-10): Antologías

- Poemas de brujas y duentes. Antología poética de H. Pacal que reúne una veintena de autores en apariencia disímbolos, pero que se hermanan por el tema del título y por la fascinación que sus poemas selectos muestran por lo oscuro y prohibido. De acuerdo al propio Pascal "esta antología basa su estructura en una polisemia, en una visión de los muchos significados de la magia, las brujas, los duendes y seres mágicos que aparecen, de pronto, detrás de sus velos". En conjunto esta obra traza un panorama evolutivo (pero no cronológico) del tema de la bruja (el poder femenino oculto y a veces prohibido) y sus acompañantes (esos seres que pueblan nuestros sueños y fantasías), que a ratos son adorados, a ratos vilipendiados y a veces olvidados, solo para resurgir en momentos propicios.
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- Visiones periféricas. Subtitulado "Antología de la ciencia ficción mexicana" es una recopilación de dieciocho cuentos escritos por diecisiete mexicanos, un colombiano y un costaricense pertenecentes, por supuesto, a ese género tan propio del siglo XX y sin embargo tan versátil y amplio que en verdad sobrepasa fronteras espaciales y temporales. La antología viene dividida en cuatro partes: "Nuevos mundos para una literatura maravillosa" (que propone nuevas formas de vida a partir de irrupciones técnicas o espaciales), "Guerra fría, conquista del espacio e inteligencia artificial" (historias entre la advertencia y el asombro), "El localismo de la ciencia ficción" (obras propiamente "mexicanas" o con elementos tradicionalmente mexicanos en el marco de la CF), y "Posmodernidad y cyberpunk" (las obras más contemporáneas y, hay que decirlo, las menos inmediatemante "mexicanas"). No todos los cuentos tienen la misma calidad; curiosamente, las obras de autores menos dedicados al género tienden a ser mejores: el sutil relato de Manú Dornbierer (Pastelería vienesa), el largo cuento cuasi-visionario de Roberto López Moreno (El secreto) y el retrato casi costumbrista de Mauricio-José Scharwz (Arabesco Inmóvil). Los cuentos recopilados de autores menos asociados al género, Amado Nervo, Juan José Arreola y Gerardo Murillo son todos buenos, aunque posiblemente no sean lo mejor de cada autor, inclusive dentro del género CF. El resto de los cuentos son extremadamente interesantes, pero curiosamente son textos muy propios de su época, tanto que envejecieron con velocidad (la antología es del año 2001) y terminaron por ser más un mapa de la literatura fin-de-siecle que cuentos visionarios. Esto, por otra parte, es todo un logro...

- Todos los caminos del universo. Quince cuentos iberoamericanos de fantasía y ciencia ficción seleccionados por Oliva Rodríguez para la colección Pepsa (aparentemente una colección de libros para la SEP, Secretería mexicana de Educación Pública). Subtitulada "Cuentos de imaginación" y aparecida en 1974, esta colección destaca por dos puntos esenciales: por un lado, la enorme calidad de los autores seleccionados (que incluyen a la mexicana Manú Dornbierer, el costaricense Alfredo Cardona Peña, el chileno Hugo Correa, y muchos más) y de sus respectivos textos; y por el otro, la deficiente introducción de Rodríguez tanto para la colección entera como para todos los textos (básicamente señala obviedades de cada autor y sus estudios, de tan superficiales se antojan ingenuos), acaso por la intención pedagógica de la colección. Mas los cuentos por sí todos hacen una joya de ésta antología. Incluye viñetas ilustrativas (muy al estilo del comic estadounidense de esos años) de Guido del Carpio.

- Criaturas de la noche 2: Cuentos de hombres lobo. El cuento ganador y diecinueve menciones honoríficas de un concurso convocado por el Instituto Coahuilense de cultura; el tema, por supuesto, el el hombre lobo y los cuentos... fluctúan por muy diversos niveles de calidad. Los mejores textos incluyen: "La loba dorada" de Blanca Martínez, "Tallando la noche" de María Elena Méndez (ambos reiteran que la monstruosidad humana puede superar con mucho la natural crueldad del lobo; otro cuento, "Lobo-hombre" de Humberto Héctor Negrete trata el mismo tema pero con menor suerte), "Si tan solo..." de Gerardo Horacio Porcayo (que prescinde por completo de las reglas y clichés del tema para en su lugar jugar con otro tema arquetípico: el de la tierra postapocalíptica) y "Blister" de Gerardo Sifuentes (que no destaca tanto por la historia como por sus juegos metafóricos sobre lo que podría representar un licántropo). Notables, aunque no tan perfectos resultan también: "El llanto de los niños muertos" de BEF (aunque dura un poco más de lo necesario), "El ocaso de una maldición" de Jorge Pérez Carvajal (porque es poco común tratar a los arquetipos en su ocaso; pero su lenguaje se siente forzado), "La herida" de Julieta García (que logra una muy convincente sincronía entre el atavismo y la compasión) y "Lupus" de Iris Alva Lozano (que de hecho fue el ganador del certamen...). El resto de los cuentos, como es de esperarse, oscilan entre interesantes, mediocres y pésimos; pero en este caso se debe a que los premios fueron otorgados con base en la intención renovadora de la historia, más que en la calidad literaria de los textos. Como anota Doris Camarena (uno de los tres jueces del certamen) en su comentario para la solapa del libro: "El merito que nadie les negará (a los veinte autores reunidos) es que tuvieron el valor de reinventar al monstruo (...) pues ¿qué se puede contar ya de una bestia que agoniza...? Sólo eso, que agoniza y que se espera su próxima y piadosa desaparición. Es el caso del hombre-lobo, un monstruo que fue luminaria y ahora se contenta con ser una especie de burdo comediante de lo macabro". Los relatos vienen acompañados de otras tantas viñetas de varios artistas y de calidad también muy variada.

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