14.8.11

De "Los hijos del smog", por Jorge Mejía Prieto (1974)



PRIMERO CONOZCA EUROPA
A Juan José Espejo



Por fin, gracias a las facilidades de crédito, lograría realizar su viejo anhelo: visitar las grandes ciudades de aquel continente, que había llegado a querer a través de sus sueños y de la reiterada lectura de folletos turísticos. Lleno de emoción partió. Durante cuarenta días recorrió minuciosamente las urbes amadas donde, según explicaban los folletos, se armonizaban los vestigios de un glorioso pasado con las excelencias de la era contemporánea.
Cuando regresó, andaba eufórico. A todos les hablaba de las remotas y brillantes ciudades, colmadas de grandes edificios, vastos jardines, museos y obras de arte, que con devoción infinita había visitado. Y no ocultaba a los más comprensivos que le dolía vivir en esta opaca ciudad, colmada de grandes edificios, vastos jardines, museos y obras de arte, donde había tenido la desgracia de nacer.