24.5.15

Diario de lectura: Novela breve.


- Elogio de la madrastra. Mario Vargas Llosa. Entre las refinadas relaciones eróticas de Rigoberto y su segunda esposa, Lucrecia, se coloca un tercer elemento que de pronto hace dudar a ambos de sus propios límites morales: Alfonso, el pequeño hijo de Rigoberto. Entre cuidadosos estudios de sensualidad, lujuria y placer se vislumbrará la más luciferina perversidad, pero no necesariamente en ninguno de los adultos. 

Esta breve e ingeniosa novela de Vargas Llosa es una de aquellas obras que, si bien sumamente famosas y estudiadas, tienden a ser eclipsadas por los gigantescos volúmenes narrativos de su autor (por ejemplo, "Conversación en la catedral"); este es también el caso de, por ejemplo "Aura" de Carlos Fuentes o, digamos, "El donador de almas", de Amado Nervo, que tiende a ser eclipsado por la obra poética de Nervo. Muy injustamente, porque estas tres obras (y muchos ejemplos más) son obras cuya lectura es un auténtico placer, y que pueden beberse ya sea de golpe o pausadamente (mientras que las novelas extensas de Llosa y de Fuentes exigen una lectura concentrada, a veces incluso para mal). En éste caso se trata de una novela erótica (y eventualmente una obra que roza con lo diabólico, aunque Vargas Llosa es uno de aquellos autores que nunca se han animado del todo a dar el paso hacia lo fantástico. Acaso por sentir, como podría ser el caso también de Fernando Vallejo, que la vida por sí sola ya es tan increíble que parece fantástica) aderezada por largos pasajes imaginativos que derivan de diversas obras pictóricas (no todas en sí mismas eróticas aunque ciertamente sensuales --o la prosa las vuelve así; siempre es virtud del arte hacernos ver las cosas bajo otra óptica, así sea de manera temporal) y que son, también, el rico mundo interior de los tres protagonistas. Como corresponde a éste género, o mejor, a este aliento literario, el argumento es lo de menos: importan mucho más las poderosas imágenes que su prosa conjura, las sensaciones que evoca e inclusive las reflexiones que puede inspirar. Una obra ampliamente recomendada.


22.5.15

Diario de lectura: Cuentos.


- La vida difícil. Slawomir Mrozek (traducción de Z. Zaboklicka y F. Miravitlles). Treinta y siete breves cuentos del maestro polaco de lo absurdo y lo fantástico que es Mrozek. Por la brevedad de estos textos es difícil hablar de sus argumentos sin revelar demasiado. Baste decir que se trata de maravillaos ejercidos acerca del absurdo de, por ejemplo: diversos sistemas político-económicos, de las relaciones entre personas, parejas, conocidos o inclusive las relaciones que podemos tener con nosotros mismos. Por estas páginas desfilan demonios con disfraz de ángel, ángeles con disfraz de demonio, animales con más sabiduría humana que los humanos a menudo desencantados que pueblan éste libro, sabios maniáticos alguna que otra extraña alma casi buena. 

Un extraordinario ejemplo de la risa amarga como método para intentar ajustar cuentas con el siglo XX, amén de un muestrario de las posibilidades de la imaginación en la prosa breve. Sumamente recomendado. 

19.5.15

Cuento


ATISBAR

No sé decir exactamente qué me llevó a dirigir la vista hacia arriba ese día. No tenía razón para hacerlo, y he confesar que no tengo la costumbre de hacer nada que no haya planeado de antemano, salvo quizá en casos de emergencia. Quizá captara algún movimiento en visión periférica, quizá una ligera variación de luz. No puede haber sido ningún sonido; podría haber sido que tuviese algún nudo en el cuello y que justo en ese momento intentara desanudarlo con una leve flexión hacia arriba y otra hacia abajo. Quizá. También puede ser que no exista ninguna razón tras de mi acto mas que el simple y llano hecho de que debía ocurrir en ese preciso momento, por qué razón y determinado por qué ser no lo sé. 

El hecho es que un determinado día crucé el pasillo que me conduce desde el elevador hasta las puertas del despacho en que trabajo como transcriptor de informes y alcé la vista hacia el techo. Y fue ahi que vi la ventana… sería más propio llamarlo rendija o quizá inclusive portal; y es que no puede verse más que en un determinado y muy específico punto. Pero si uno se sitúa en el punto correcto, le es posible ver la ventana en cuestión de tal modo que abarca hasta donde su vista alcanza. Con sólo retroceder o avanzar un paso, la ventana queda fuera de vista. Esto lo sé ahora, tras de haber ensayado toda clase de variaciones con respecto a dónde me sitúo. Y por lo visto, sí sólo es en éste punto (en el adoquín número nueve contando desde la orilla del elevador, para más señas) de éste pasillo de éste piso de éste edificio que puede vérsela. ¿Y qué hay en esa ventana, o mejor dicho qué puede verse a través de ella? 

En realidad, no mucho, apenas un cuarto sin adornos ni mueblería; me gustaría decir que “iluminado por una intensa luz de halógeno”, pero la verdad es que a ese resplandor blanquecino que desprende no se le puede llamar realmente “luz”, ya no digamos “de halógeno”. Lo que sí hay en el cuarto es gente, o en todo caso siluetas de gente. Gente de todo tipo (al menos en lo que refiere al contorno de sus cuerpos; como es de suponerse, no tengo idea del verdadero color de sus pieles o de sus vestimentas. De hecho, no puedo afirmar que vistan lo segundo ni que cuenten con lo primero), y sumamente activa. Puedo verlos avanzar, a veces danzar (en todo caso, realizan ese movimiento entre la danza espontánea y el juego infantil que puede observarse en un grupo de gente alegre o por lo menos entretenida), a veces que dos o más de ellos se abracen y retocen. No parece que noten mi presencia ni que estén constreñidos al marco desde el cual los espío. Hay veces hay más, a veces menos; nunca está vació el cuarto. 

Desde la primera vez que los vi, he seguido atisbando su mundo cada tanto. Nunca puedo hacerlo por más de unos cuantos segundos, so pena de llamar la atención de alguien más en el edificio (ya en una ocasión he tenido que fingir una tortícolis ante algún compañero de trabajo). No me he animado tampoco a compartir este secreto con alguien, ni de indagar si alguien más está enterado de su existencia (sería razonable suponer que sí, pero, ¿cómo se puede abordar a alguien para preguntarle si también observa lo imposible?). Quizá es mejor así, un pequeño milagro del que puedo disponer por unos cuantos segundos, y que en algo alivia la jornada laboral. Además, he desarrollado un par de ideas sobre qué es esto que veo, pero he de confesar que me atemoriza comprobar si alguna de las dos es verdad. 

La primera se comprobaría fácilmente: si viera el algún momento la silueta de algún conocido que falleció ya, sabría que existe una mejor vida, o en todo caso que existe otra vida después de esta. Eso podría ser algo reconfortante, pero también podría ser algo que decepcione, saber que lo que hay después de la muerte es equis cosa y que es de tal definitiva forma. 
La segunda idea sería difícil de comprobar, amén de hacerme sospechar de los textos de filosofía clásica. Sencillamente, ¿qué tal si ese mundo que desde aquí parece de sombras es la verdadera vida y nosotros que nos deslomamos en trabajos absurdos somos la sombra, un pálido reflejo sólo en apariencia colorido de lo que se supone que sea el mundo? 



7.5.15

Diario de lectura: Novela gráfica.


- Kustos. Libro 1: La puerta secreta y Libro 2: ¡Todos juntos ya!. Alberto Chimal y Micro. Samuel y Paulina son dos niños ordinarios, salvo por su gran curiosidad y libre imaginación, la cual los lleva a indagar el misterio de la librería Maguncia. Y es a través de una misteriosa puerta en el fondo de esa librería que se involucrarán en una aventura junto con el dueño de la librería, Juan Reyes y el viajero del tiempo Horacio Kustos. Pero esta aventura está llena de peligros; no sólo para nuestros cuatro exploradores sino para otros mundos, otras realidades, otras posibilidades...

Si bien los dos tomos que componen esta historia fueron publicados con un año de diferencia, los comento juntos porque así realicé su lectura: juntos y de un tirón. Y es que es una historia absorbente... aunque al mismo tiempo hay que leerla con paciencia, por la gran cantidad de detalles que los autores reúnen --las referencias literarias del guión de Chimal con las alusiones a otras historietas en el dibujo de Micro (precisamente su historieta "Micro", o la aparición de un personaje de "Mafalda" y que el epílogo confirma...). De las alusiones a Shakespeare, a Jean Ray (de hecho uno de los cuatro personajes protagónicos es un homenaje directo a Ray; no será muy difícil adivinar cuál...), a otras obras del propio Chimal y, claro la presencia de Kustos, que así ha aparecido en obras que van desde "para todas las edades" hasta "sólo para adultos" podría hacerse un largo listado. También de los experimentos que Micro realiza con las técnicas de ilustración y el color para darle vida a una ciudad que es un reflejo siniestro de nuestra realidad --uno de muchos reflejos, en realidad. Pero lo que subrayaré por encima de esto es que se trata de una obra acerca de uno de los temas favoritos de ambos autores, que es la importancia de la imaginación y su lugar dentro de la vida de todos. Como lo propone el propio Kustos, si no es posible encobrar nuevas tierras en el territorio de lo posible, habrá que buscarlas en el de lo imposible... 

3.5.15

Diario de lectura: Cuentos y tradiciones.


- Kwaidan: Cuentos fantásticos del Japón. Lafcadio Hearn. Recopilación de tradiciones y cuentos fantásticos Japoneses, entre los que Hearn incluye algunas anécdotas personales y textos breves a caballo entre el cuento y el ensayo fantástico. 

Una de las recopilaciones de fantasía y tradiciones orientales más conocidas en el occidente, por la intercesión de Hearn (radicado en Japón desde 1890, y que tomó el nombre de Yakumo Koizumi). Las mejores piezas son relatos bellos y terroríficos a la vez (y no está ausente el humor de vez en cuando), amén de ciertas tradiciones que se emparentar un poco con símiles de otras naciones asiáticas (conviene recordar que buena parte de la cultura Japonesa deriva de la cultura China). Hay un sólo texto que se siente fuera de lugar, "Hi-Mawari", que es un texto puramente autobiográfico de Hearn (hay otros en éste recopilación) y cuyo racismo contra los gitanos (o Roma) parece más propio de sus coetáneos puramente Europeos (o bien, es un texto en el que Hearn inadvertidamente revela ciertas taras de sus raíces). El resto, en cambio, son obras que vale la pena revisar y que además son la fuente de arquetipos que aún hoy en día pueden observarse en el enorme repertorio del fantastique ya sea Nipón o en mayor medida, Oriental.