21.10.16

Diario de lectura: Cuentos.



Y aquí está la segunda ronda. Un poco más a la prisa porque estoy por partir de viaje, pero bueno. Ojalá que la próxima vez pueda cumplir con exactitud el proyecto de leer solo cuentos sueltos durante un mes. 

Pues ahora fueron: 

CUENTOS EN INGLÉS

- Feminine Endings. Neil Gaiman. De “Trigger Warning”. Cuento en forma epistolar que pasa de la obsesión romántica al terror de invasiones y que se sirve de una imagen sencilla pero efectiva: Las estatuas vivientes. 

- The Cage. Ray Russell. De “Haunted Castles”. Cuento de horror con ambientación medieval que oscila entre el cuento de hadas siniestro (o la fábula macabra) y los relatos de tortura. 

- Inventing Alladin. Neil Gaiman. De “Fragile Things”. Poema narrativo sobre Sherezada, y que se vuelve una alegoría sobre la inspiración; también, como ya estaba en la narración original, la forma en que el artista se gana la vida. Aquí, de manera literal. 

- Tight Little Stitches in a Dead Man’s Back. Joe R. Lansdale. De “By Bizzarre Hands”. Un cuento postapocalíptico que con un humor negro (muy, muy negro) consigue pasar del horror más visceral hasta un remate incluso enternecedor. 

- The Crystal Egg. H. G. Wells. De “Best Science Fiction Stories”. Magistral cuento que toma un objeto ordinario, un huevo de cristal, para proponer una situación imposible (¿imposible?) que fascina y obsesiona. Fue una influencia confesa para el cuento “El Aleph”, de Jorge Luis Borges. 


CUENTOS EN ESPAÑOL

- Mimí sin bikini. Óscar de la Borbolla. De “Las vocales malditas”. Con el reto de escribir un cuento completo con sólo una vocal (en este caso la “i”); resuelto de manera brillante, consigue construir una historia de los encuentros y desencuentros de una pareja con un solo diálogo (más bien monólogo, porque sólo vemos las palabras de uno de ellos). 

- Con Yolanda en el acantilado. Yeniva Fernández. De “Siete paseos por la niebla”. Un cuento fantástico que comienza como un ejercicio de imaginación infantil y evoluciona en algo aún más complejo, con algo del espíritu de narradores como Elena Garro. 

- Espejos. Bibiana Camacho. De “Ciudad fantasma, vol. 1”. Un cuento fantástico entre terrorífico y humorístico en que la protagonista intenta cumplir un trámite ordinario mientras sortea un escenario de pesadilla. 

- El que camina al lado. Norma Lazo. De “Ciudad fantasma, vol. 2”. Cuento con el tema del doble, aquí tratado con una óptica posmoderna que roza en la parodia —pero con un final sumamente macabro. 

- Yo soy Miranda y Satanás. Jorge Ureta. De “Se vende marcianos”. Un cuento apocalíptico que pasa de la ciencia ficción a la elegía y de ahí a lo poético inclusive. 

- Ave del limbo. Carlos Calderón Fajardo. De “Horrendos y fascinantes”. Otro cuento fantástico que parte de la imaginación infantil para mostrar visiones tan bellas como inquietantes. 


En total me declaro satisfecho con el experimento; espero poderlo repetir en otra ocasión. 

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