20.3.17

Diario de lectura.

Reto para marzo: Leer sólo comic. 



- Justicia divina. F. G. Haghenbeck. Cinco historias ostensiblemente sobre un detective de lo sobrenatural y otros tantos monstruos a los que se enfrenta. Pero en realidad rara vez hay enfrentamiento y los monstruos a menudo son tanto o más humanos que el resto del reparto. Y es que la verdadera protagonista de estas historias es la nación llamada México —en casi todas las historias, la Ciudad de México, pero en alguna, Guanajuato. Realmente es una historia sobre pasados míticos y violentos que se rehusan a morir en un presente no menos violento… y quizás, no menos mítico. 

El “detective de lo paranormal” es un arquetipo literario de vieja tradición pero que buena parte del canon literario internacional se rehusa a reconocer, más que nada por prejuicios. Como primer vistazo, conviene leer la compilación “Los vigilantes del más allá”, de la editorial Valdemar. 

En el caso de la historieta mexicana, hay varios ejemplos recientes — vale la pena leer “Yoni Latorta”, de Luis Fernando; “Kustos (libro 1 y 2)” de Alberto Chimal y Micro: “Cristobal el brujo”, de Federico Aguilar y otros (por cierto: Éste es el único del grupo cuyas aventuras ocurren en la provincia, lejos de la capital del país), por principio de cuentas. Hay tanto por hallar, leer, y gozar…

He de admitir que en éste libro, al principio me molestó lo que sentía como un exceso de alusiones a la cultura pop y al argot citadino (la jerga chilanga, que le dicen). Pero no se trata de elementos gratuitos ni de humor fácil; es que son parte de la identidad de estos personajes. Estas señas de identidad calan tan hondo que hasta los monstruos se encuentran inmersos en ellas, y sin percatarse. Aunado a ello hay más de una vez un sentimiento derrotista que sin embargo puede ser contrarrestado por la toma de conciencia. Si el detective Víctor Serrano es una figura más bien poco heroica o si de hecho es detective a regañadientes, poco a poco él también cobra conciencia de su lugar en éste mundo. Así sea a su propio pesar, como todos…

En general, una obra que vale la pena leer y analizar. 


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